El barrio de Las Chavolas tiene un marcado carácter suburbano, con numerosas construcciones residenciales dispersas en torno a la carretera generalmente en dos alturas que adoptan la tipología tradicional de la zona tal y como marca la normativa urbanística municipal.
La vivienda se dispone como un elemento longitudinal paralelo a la carretera, tan al norte como permiten las alineaciones urbanísticas, como un elemento sólido que protege la parcela de los vientos dominantes y el ruido del tráfico. La zona de día (salón, cocina, comedor) se sitúa en planta baja y abierta hacia el sur y al resto de la parcela, mientras la zona de noche (dormitorios) se sube al nivel superior buscando las vistas sobre el mar.
El volumen propuesto presenta dos frentes bien diferenciados, uno más heterogéneo y tradicional hacia la carretera, y otro más abstracto y escultórico hacia la parcela. La cubierta, a dos aguas, expresa esta dualidad, y se reviste de zinc, material que se trabaja en la industria local.
Junto a la entrada se sitúa un patio exterior cubierto abierto a la parcela, que sirve como transición interior-exterior. La planta superior no cubre por completo la planta baja, dando lugar a dobles alturas que proporcionan relaciones visuales entre ambos niveles y con la cubierta inclinada.
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