Así se llamaba el LP pirata que contenía grabaciones alternativas de la primera época de Einstürzende Neubauten que en mi afán coleccionista, y sobre todo fetichista, encontré el otro día rebuscando en una tienda de discos de Wiesbaden. Interesante el título por tratarse de una traducción más o menos literal al inglés del nombre del grupo, y así leído en inglés comenzaba a tener más sentido para mí (por supuesto, por una mera cuestión idiomática).
'Nuevas construcciones que se caen' podría ser en castellano. Se ha especulado mucho acerca del origen del nombre del grupo. El contexto es Berlin 1980 (o por ahí): se habla de una referencia directa y más o menos literal a los condensadores sociales que proliferaban al otro lado del telón de acero y en los que se hacinaba la población, cuya desastrosa calidad constructiva (que no tipológica) hacía que se cayeran o simplemente hubiese que derruirlos. Pero hay quien dice que el dichoso nombre hace referencia explícita a una cierta decadencia de las culturas, tanto capitalista como comunista, que tras la Segunda Guerra Mundial se refundaron y reafirmaron (se reconstruyeron) con mayor ahínco si cabe en sí mismas, constituyéndose así Berlin en paradigma del choque de ideologías. Una ciudad occidental aislada en el centro de la DDR y separada del resto de la misma. Caldo de cultivo de una nueva cultura underground, de la que han bebido muchos artistas foráneos, principalmente músicos (Bowie, Nick Cave, incluso U2...) y propios (desde Nina Hagen a Wim Wenders o los propios Neubauten).
Berlin hoy en día bien poco se parece a esa ciudad fracturada durante 28 años por un muro, casi todas las heridas se han cosido a base de masterplans, aunque todavía quedan tramos de muro en diferentes partes de la ciudad, éstos ya son mucho más amables, los turistas se pueden hacer fotos en ellos; yo mismo recorrí el otro día un tramo de más de un kilómetro junto al muro en bicicleta y he de decir que resulta divertidísimo, por las pintadas principalmente. Berlin volvió a ser capital de Alemania, de la buena, de la RFA que decimos nosotros (BRD, dicen ellos) a base de nuevas construcciones. Es una ciudad diferente y sigue teniendo ciertos privilegios respecto al resto de ciudades alemanas, con cierta actividad underground aún hoy, pero eso sí, underground del de ahora, light y sin colesterol. Y por cierto, una de las ciudades más endeudadas de Europa.
Quizá por todo esto (o quizá no) la celebración por todo lo alto de las tres décadas de música de Einstürzende Neubauten siga resultando un acto de extrema vigencia en un contexto como el berlinés, pero también en un contexto global. Yo por si acaso, no quise perderme los dos conciertos que ofrecieron en octubre en Berlin. Efectivamente, la puesta en escena no es tan impactante ni tan extrema como hace un par de décadas, pero la actitud sigue siendo la misma: la investigación a través de la música, creando diferentes ambientes y bucles sonoros, consiguiendo desconcertar a gran parte de la audiencia. Su música se interrelaciona con otras disciplinas, entre las que no podía faltar la arquitectura. Como ejemplo, la serie de recopilatorios Strategies Against Architecture que publican periódicamente, y del que este mes de noviembre publicarán la cuarta entrega, o su participación en la movilización contra la destrucción del Palast der Republik (en la que también tomó parte Rem Koolhaas, entre otros). En mi opinión, lo más interesante es que treinta años después de Kollaps (su primer disco), una orgía de ruido y destrucción, la banda sigue en pie de guerra y sin apartarse ni un centímetro de su camino hacia el Gesamkunstwerk.
Por cierto, al final no compré el disco. Tenía una portada muy fea, y 35 € me parecía mucho dinero por muy coleccionista o fetichista que uno sea...
http://liveweb.arte.tv/fr/video/Les_30_ans_Einsturzende_Neubauten/
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